Departamento de Cultura y Política Lingüística

Desde Pamplona a Estella: Extramuros de una ciudad

Estella

Este gran burgo fue capital puesto que los reyes de Navarra lo eligieron como residencia en el siglo XII. Para perpetuar la tradición, los carlistas, antes de ser derrotados por los liberales, proclamaron allí, en 1.883, rey de España a su pretendiente. De este pasado, Estella conserva una rica colección de monumentos históricos con al menos seis iglesias y dos palacios.

San Pedro de la Rúa

A la Iglesia de San Pedro de la Rua, que está adosada a una roca vertical, se accede por una escalera monumental que se adapta admirablemente a la difícil topografía. La escalera da a un pórtico polilobulado ojival, casi redondeado, con diez pequeños arcos contiguos, que destaca por su decoración con motivos geométricos de clara inspiración en el arte musulmán andaluz. El claustro románico, con columnas geminadas y capiteles esculpidos que representan escenas de la vida de Cristo y de los Santos, fue parcialmente destruido por un lugarteniente del rey de Aragón en 1.512, en tiempos de la conquista de Navarra.

Palacio de los Reyes de Navarra

El Palacio de los Reyes de Navarra es un valiosísimo ejemplar del románico civil (finales del XII). Tiene dos plantas a las que después se añadió una tercera y dos pequeñas torres de ladrillo. Es uno de los palacios más antiguos del Estado. Tiene ventanas geminadas y un famoso capitel que representa la lucha entre dos caballeros, el valeroso Roldan y Ferragut, héroe musulmán.

Iglesia de San Miguel

La Iglesia de San Miguel se eleva en un altozano y fue reconstruida en época gótica. Conserva un pórtico románico ricamente esculpido con escenas de la Biblia, bajo un atrio que lo ensombrece protegiéndolo. Destacan especialmente los dos altorrelieves que se encuentran a sus lados. Uno de ellos representa a las Santas Mujeres llegando a la tumba de Jesucristo resucitado, y el otro a San Miguel luchando con el dragón y pesando las almas.

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