Pamplona, desde lo alto de una colina, rodeada por un recinto amurallado que mandó construir Felipe II en 1.551, parece haber nacido con vocación militar. Capital de los vascos desde tiempo inmemorial sigue siendo para ellos Iruña, es decir, "la ciudad".
La fundación de Pamplona se le atribuye a Pompeyo y a sus legiones, en el primer siglo antes de Jesucristo.
La Catedral de Santa María, gótica, fue construida por Carlos III en el siglo XV. Se inspira en el arte religioso francés, aunque guarda la sobriedad extrema del gótico navarro: muros desnudos y ventanales cortos que crean un ambiente oscuro. En su claustro y dependencias encontramos la suntuosidad del gótico rayonnant del siglo XV: ventanales grandes y elegantes, puertas finamente talladas como la Puerta Preciosa que da al dormitorio, cuyo tímpano y dintel contienen escenas de la vida de la Virgen, una sala capitular con bóveda estrellada y el refectorio de los clérigos con altos y estrechos ventanales.
Casa del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Pamplona es una construcción de fachada barroca (1755-60) distribuida en tres cuerpos, de abajo a arriba, dórico, jónico y corintio. En la entrada, esculturas de la Justicia, la Prudencia y la Fama rematando el edificio. En el dintel de su puerta interior hay un lema: "la puerta está abierta para todos, pero mucho más el corazón".
