Departamento de Cultura y Política Lingüística

Costa oriental: Siguiendo el olor del mar

Hondarribia

Casa San Nikolas

Hondarribia es la segunda villa de Gipuzkoa que recibe el Fuero. Su ubicación estratégica, su importancia como plaza fuerte y el desarrollo de sus sistemas defensivos confieren a esta villa, posteriormente ciudad, un carácter excepcional. Su construcción se relaciona con el control del Bidasoa, límite fronterizo del reino castellano desde 1.200, destinándose gran cantidad de recursos a su construcción hasta convertirla en plaza militar destacada. En el casco de Hondarribia, por tanto, la evolución urbanística, tanto en época medieval como moderna, ha estado condicionada a las murallas. Su historia está jalonada de sucesivas reconstrucciones debidas a incendios y a los diversos asedios a que fue sometida. En 1.794 se produjo la destrucción de sus fortificaciones y la pérdida definitiva de plaza fuerte. Las murallas fueron reparadas por los Reyes Católicos y el emperador Carlos V. El puerto está situado fuera del perímetro amurallado y el Casco Histórico sigue el esquema de los campamentos militares, tiene cinco calles rectas y paralelas y otra transversal que corta las anteriores. El crecimiento de la ciudad, ceñido al marco de las murallas, hace que las casas se dispongan en solares estrechos y alargados, típicos del urbanismo medieval. Lo más característico de estos edificios es el escalonamiento de sus aleros, en un intento de ganar superficie en las plantas altas.

Declarado Monumento histórico artístico, el recinto amurallado guarda en su interior una gran riqueza monumental. La calle Mayor, calle Pampinot, plaza de Armas, calle San Nicolás etc., están jalonadas de casa típicas y bellos palacios. Es obligada la visita a Zuloaga-Etxea del siglo XVII y barroca, a las Iglesias de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano y al Castillo de Carlos V.

La Puerta de Santa María es la entrada principal de la ciudad, la única que se conserva ya que las otras dos que existían fueron destruidas por el ejército francés en 1.795. En su parte superior destaca el escudo de armas de la ciudad.

La Iglesia Nuestra Señora del Manzano, del siglo XVI, es un edificio gótico situado en la parte más elevada de la población. Tiene planta de cruz latina, tres naves con crucero y tres ábsides poligonales. El primitivo retablo, obra de Iriarte de finales del siglo XVI, fue sustituido por un retablo neoclásico y éste, a su vez, por el actual, de estilo neogótico. Una serie de relieves y figuras del retablo de Iriarte pueden verse en la sacristía y por lo demás, la iglesia presenta otros retablos barrocos.

Otro de los magníficos monumentos de Hondarribia es el Palacio Carlos V, sobrio edificio del siglo XVI construido en piedra oscura cuya fachada principal es lisa y con predominio del muro realizado en sillar. El castillo tiene una estructura cuadrangular y destaca la portada, reducida en dimensiones, pero de gran belleza.

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