Departamento de Cultura y Política Lingüística

De la Llanada a los valles alaveses: Lugar de encuentro

Salinas de Añana (Añana)

Salinas

Se trata de una villa medieval cuyo primitivo núcleo fortificado ha sufrido importantes variaciones que han modificado su estructura y organización iniciales. Este antiguo núcleo que se asienta sobre un pequeño cerro dominando el valle, comprendería las actuales calles de Cerca Alta, Cerca Baja, Calle del Arco y Calle de la Nevera. En el extremo occidental se situaba el hoy desaparecido templo de San Cristóbal, que reforzaba la defensa de las murallas. Las edificaciones se concentran en la mitad meridional. Estas casas reflejan un modo de vida rural, repitiendo unos modelos sencillos y prácticos que proceden de la Edad Media.

Junto al antiguo núcleo fortificado se encuentra la plaza del Mercado, principal espacio publico durante la Edad Media. El barroco ha dejado una gran huella en numerosas estructuras de la villa: plaza de Miguel Díaz de Tuesta, calle de la Carrera y la plaza de los Ozpinas. Las edificaciones que forman estos conjuntos presentan unos materiales de construcción más nobles y conforman un conjunto de mayor ampulosidad que las restantes estructuras urbanísticas del lugar. Por lo demás, los edificios de esta localidad son adosados, predominando la piedra y la mampostería como materiales de construcción.

Las salinas que dan nombre a esta población constituyeron su móvil económico y social. Algunos escritores aseguran que existían en el siglo X. Lo cierto es que el Fuero de Salinas fue el primer Fuero local alavés conocido. Fue otorgado en 1.140 por Alfonso VII, confirmando los viejos fueros que les concediera Alfonso I cuando pobló Salinas de Añana. Los monarcas castellanos fueron añadiendo privilegios y mercedes a los vecinos de esta villa para evitar su despoblación ya que la intensa actividad salinera y mercantil aseguraba importantes rentas a la corona.

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