El delicioso casco antiguo de Bayona tiene tres partes: la Grand Bayonne o Bayona antigua, la Petit Bayone y el barrio del Espíritu Santo.
La Gran Bayona ocupa los aledaños del montículo dominado por la Catedral. En sus angostas calles es frecuente encontrar mansiones de los siglos XVI, XVII y XVIII, como por ejemplo el Palacio de Belzunce y el de Brethous.
Catedral de Santa María
El símbolo de la prosperidad de una ciudad medieval es su catedral. La Catedral de Santa María de Bayona es soberbia. Comenzó a construirse en el siglo XIII, por el coro y el diambulatorio de cinco capillas, sobre la antigua iglesia románica, demasiado pequeña. Se terminó en el siglo XVI, aunque sus agujas de 88 metros de altura no fueron construidas hasta el siglo XIX. Tiene tres naves y seis tramos. Su estilo es una mezcla de gótico rayonnant y flamígero. En la nave central, del siglo XIV, las claves de bóveda están blasonadas con los lirios de Francia y los leopardos de Inglaterra. En el brazo sur del transepto, la más bonita de las claves de bóveda está decorada con la famosa nave bayonesa con sus mástiles, sus castillos y cinco marineros, expresión del poder naval de la ciudad en aquella época. En la torre sur, de estilo gótico flamígero, construida a finales del XV y principios del XVI, los lirios han desbancado a los leopardos. Flanqueando la catedral se encuentra un vasto claustro de estilo gótico rayonnant del XV que era lugar de reunión y asamblea.
La Pequeña Bayona es un barrio pintoresco con fachadas regulares y callejuelas estrechas que, en el siglo XII, empezó a ganarle terreno a las tierras pantanosas conservando el plano cuadriculado de la antiquísima parcelación.
La ciudadela domina el barrio del Espíritu Santo, barrio en el que vive y ha prosperado una importante comunidad judía llegada de España a principios del siglo XVI.
