Se han planteado actividades fuera de las aulas y a lo largo de diferentes periodos del año para reforzar la idea de que la lectura es algo más que una obligación escolar. En este sentido, se llevaron a cabo tres fases de trabajo
Las primeras actividades en el mes de abril, en torno al Día Mundial del Libro.
La segunda fase en el mes de junio coincidiendo con el inicio de las vacaciones escolares.
Y, la tercera y última, con motivo del Día de las Bibliotecas en el mes de octubre.
En el diseño de las actividades se han tenido en cuenta la variable edad, con acciones diferenciadas para grupos infantiles, juveniles o personas de la tercera edad, y los parámetros lingüísticos, con acciones concretas para la difusión del euskera.