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Entrevista a Roberto Kerexeta

Técnico del Departamento de Cultura

Katalogazio arauak

Recientemente se ha presentado la publicación Katalogazio arauak, ¿qué objetivo tiene este trabajo?

En primer lugar, hay que constatar que el libro es, en gran medida, la traducción del libro Reglas de catalogación publicado por el Ministerio de Cultura de España, algunos de cuyos fragmentos se han adaptado a las necesidades del euskera.

Los bibliotecarios vascos llevaban mucho tiempo pidiendo herramientas de catalogación en euskera. En ese sentido, existían dos carencias: la base de datos de autoridades y entradas temáticas en euskera, y las reglas para la catalogación en euskera. Para responder a esas necesidades, el Departamento de Cultura está creando las herramientas necesarias (el catálogo bilingüe de autoridades y entradas temáticas, y un instrumento de catalogación bilingüe). El trabajo que traemos entre manos se sitúa en ese contexto. Su objetivo es proporcionar al bibliotecario el instrumento de trabajo necesario en su labor diaria para describir, en euskera, los documentos bibliográficos, y poder así consultar en euskara los catálogos de las bibliotecas. En ese sentido, este trabajo ha supuesto un gran avance.

De todas formas, hay que decir que ese avance no es suficiente, y que en el futuro habrá que traducir más reglas. A partir de ahora, los verdaderos retos son, por un lado, seguir completando y actualizando la base de datos de títulos seleccionados y entradas temáticas en euskera, y, por otro, crear catálogos en euskera.

Con ello queremos animar a los bibliotecarios vascos a catalogar en euskera.

¿Qué proceso se ha seguido para su elaboración?

Este proceso se puso en marcha en 2002. El Departamento de Cultura se reunió con IVAP y con las asociaciones y bibliotecas más significativas de la CAPV (las de las Diputaciones Forales, Sancho el Sabio, HABE, Biblioteca General del Gobierno Vasco, Biblioteca Azkue, Universidad del País Vasco, Universidad de Deusto, Mondragón Unibertsitatea, el Seminario de Biblioteconomía Joana Albret) con el objetivo de constituir una comisión de creación de reglas para la catalogación en euskera.

En primer lugar se tuvo que decidir qué norma internacional había que traducir. Tras un largo debate, se optó por traducir las normas españolas. A continuación se nombraron las organizaciones que iban a participar voluntariamente en el proyecto. Seguidamente, cuando el Departamento de Cultura recibió la autorización del Ministerio para traducir el libro, se definieron la metodología y el cronograma de trabajo y, en otoño de 2002, se hizo la convocatoria de la primera reunión del grupo de trabajo. La traducción la han realizado traductores y terminólogos de IZO, y los bibliotecarios han aportado los ejemplos en euskera y adaptado y supervisado la traducción. Se han celebrado aproximadamente tres reuniones de trabajo al año para supervisar y analizar las traducciones de los capítulos. En los últimos seis meses se ha procedido a la revisión y maquetación, para su posterior publicación.

El trabajo se ha retrasado más de lo deseado, pero no hay que olvidar que es un libro voluminoso (17 capítulos, IX anexos y más de 600 páginas), que conlleva una gran labor terminológica.

¿Quiénes son los usuarios principales de esta normativa?

Si tenemos en cuenta que el libro sirve para describir los tipos de documentos y de materiales almacenados en las bibliotecas (monografías, manuscritos, material cartográfico, material gráfico, material gráfico proyectable, música impresa, grabaciones de sonido, microformas, películas y grabaciones de vídeo, ficheros informáticos, publicaciones seriadas), los principales usuarios de las reglas son los bibliotecarios que hoy en día catalogan en euskera o que tienen la intención de catalogar en euskera en un futuro. Es decir, sirve tanto para los trabajadores de la Biblioteca Vasca de Reno como para los de la Biblioteca Municipal de Deba.

De todas formas, los principales beneficiarios de estas reglas serán, sin lugar a dudas, los usuarios vascoparlantes, ya que podrán consultar los catálogos de las bibliotecas en euskera.

Por otra parte, se trata de otro paso más en el proceso de normalización de nuestra lengua, que puede resultar de utilidad para los profesionales de otros sectores, como periodistas, traductores, profesores, profesionales del sector bibliográfico, etc.

¿Qué instituciones han participado en su elaboración?

Además de los traductores del Servicio Oficial de Traducción de IVAP, en el grupo de trabajo constituido para traducir y adaptar las reglas de catalogación han participado, coordinados por el Departamento de Cultura, los bibliotecarios de siete organizaciones: Ayuntamiento de Bilbao, Ayuntamiento de Donostia, Biblioteca Azkue de Euskaltzaindia, Biblioteca Principal del Gobierno Vasco, Servicio de Bibliotecas del Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Eresbil.

¿Qué otros proyectos se están desarrollando en el marco del grupo de trabajo del Plan Vasco de la Cultura?

En estos momentos hay varios proyectos en marcha.

Por un lado estamos desarrollando la Ley de la Biblioteca de Euskadi. Esa ley ayudará a estructurar el sistema de bibliotecas vascas. La Biblioteca de Euskadi se creó gracias a la Ley de Bibliotecas de Euskadi (Ley 11/2007 de 26 de octubre).

Por otra parte están las bibliotecas públicas. Hemos empezado a desarrollar temas relacionados con la multiculturalidad, y estamos diseñando una campaña de divulgación de los servicios bibliotecarios entre los grupos inmigrantes de Euskadi.

Además de ello, en el Servicio de Bibliotecas hemos empezado a trabajar sobre un nuevo tema: el patrimonio digital vasco. En estos momentos estamos preparando la presentación del proyecto estratégico cuyo objetivo es la conservación de la red vasca.